Los libros estan de luto

24.04.2013 12:37

 

De lectura y algo más… te presenta este  artículo en el cual de manera muy certera y divertida, Anel Guadalupe Montero Díaz  nos comparte su opinión sobre la lectura en México.

 

Los libros están de luto

Anel Guadalupe Montero Díaz

"Dime lo que lees y te diré quién eres, eso es verdad., pero te conoceré mejor si me dices lo que relees" François Mauriac

 

 

Hoy, 23 de Abril, celebramos el día del libro. Esta iniciativa surge al pretender conmemorar la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare...que jamás fallecieron el 23 de Abril[1]

Pasando por alto este detalle, la celebración del día del libro invita a la reflexión, porque en estos momentos , algunos afirman que su destino está en jaque y su desaparición es inminente amén del riesgo que corren aquellos que deciden perderse en sus páginas y convertirse, al menos por un lapso, corto o largo, en otra cosa, personaje o circunstancia.

 ¿Tienen los libros un poder salvífico, liberador o transformador? ¿existen libros que pueden volver loco al lector? ¿podemos hablar de libros benditos, malditos , prohibidos o codificados? ¿existe tal cosa como “un mal libro”?

Dice Savater que “La lectura es una amistad sin frivolidad, es nuestra sangre la que hace que funcionen los libros (…) las personas que leen mucho se convierten en otra cosa”[2]

¿En qué se convierten las personas que leen mucho?

¿Cómo tomar un libro sin el riesgo de que éste lo tome a usted por asalto, estimado lector? Hay quien afirma que los libros no son buenos ni malos, son los lectores quienes interpretan y hacen suya la obra los que le dan sentido y razón de ser a lo que ahí se lee. Una vez que el libro es leído, deja de ser de su autor y pasa a formar parte de la psique del lector y de los lentes a través de los cuales interpreta la realidad.

 

¿Libros benditos?

La Biblia, que contiene la palabra de Dios, contiene lo que los esotéricos llaman “poder de atracción” y cuentan que si usted se coloca frente al libro sagrado y habla desde su corazón a Dios, contándole sus cuitas, penas y preocupaciones y posteriormente formula una pregunta, sólo necesita abrir la obra al azar y en lo primero que sus ojos posen su vista, encontrará la respuesta que la divinidad le ofrece. 

¿Libros prohibidos?

Hay libros, que contienen conocimiento oculto, no apto para los ojos del neófito. Eso cuentan los libros de historia. Sin embargo, parten de premisas equivocadas, pues el objetivo principal de las cofradías que los guardan no es “el progreso de la humanidad” ni “el avance del conocimiento”, sino la persecución del poder por el poder a través de la redefinición de la divinidad.

Antes de ser el gran arquitecto del universo, Dios es amor, misericordia y bondad. De esta afirmación, nada inocente, puede depender el futuro de la humanidad.

¿Por qué los conquistadores, a lo largo de la historia, deciden consolidar sus logros quemando todo rastro de escritos y textos que le recuerden al conquistado quién es, de dónde viene y cuáles son sus capacidades y talentos?

¿Libros malditos?

¿Qué terrible poder se encuentra condensado y latente en un libro? El poder de hacerle pensar, estimado lector.

Y es que no hay nada más riesgoso, que incitar a nuestras neuronas a hacer sinapsis, porque pueden provocar un proceso de autocrítica, reflexión e innovación vital, que pueda a final de cuentas causar shocks o crisis existenciales.

También corre usted el riesgo de echar a volar su imaginación, construir procesos ininteligibles donde articula universos paralelos, posibilidades y rompe las cadenas de una aparente realidad inamovible.

¿Todo eso hace un libro? Sí, todo eso.

En México, los libros están de luto

En México, ha ocurrido una desgracia y el día del libro es un día de duelo nacional. El señor Presidente de México, algunos legisladores, gobernadores y presidentes municipales, encarnan un paradigma político aberrante: No necesita leer para gobernar a otros que tampoco consideran que esto es condición sine qua non de un presidente o un legislador.

Para muestra un botón.  Una flamante diputada afirmó: “O te dedicas a ser líder social, a hacer propuestas o lees" [3] Impecable razonamiento de una persona que, evidentemente, no lee.

Y es que hay quien todavía sigue preguntándose ¿qué importancia tiene la lectura en la vida de un gobernante, un legislador o un funcionario público? El Waterloo priista en Veracruz parece ofrecer la respuesta. Les falta imaginación y les sobra descaro.